No la había visto hasta anoche. Los cinéfilos la consideran una película generacional, de la gente nacida entre finales de los treinta y mediados de los cuarenta: estar vivo es estar en ruta, cruzar la frontera y adentrarse en el territorio de los otros. Con un buen fajo de billetes y suficiente provisión de maría, El Capitán América y su colega Bill viajan en busca del Mardi Grass de Nueva Orleans.
Nuestros hermanos mayores en América...
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