Uno de los primos de Agustín Cejudo, el regente de la cafetería del instituto, me dio hace unos meses simiente de tabaco. Él fuma del suyo, que cultiva, seca y lía en su casa. Hoy, 17 de junio, acabo de echar unas cuantas semillas en una jardinera. Quizá sea tarde, pero el año está viniendo atípico en climatología y a lo mejor medra todavía alguna planta. La simiente es una bolita irregular de color tabaco claro, de apenas medio milímetro de diámetro. Si se las aplasta con el borde de la uña, dejan una mancha de humedad marroncilla, señal de que están vivas y dispuestas.
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