lunes, 18 de agosto de 2008

Álcali (I)

La nicotina es un alcaloide derivado de la ornitina, tiene fuerte capacidad adictógena y efectos estimulantes positivos sobre la atención y la memoria, pero es un bloqueante de la transmisión neuroganglionar. Su fórmula es C10H4N2.
El mundo de los alcaloides es extraordinario y merece unas líneas en este diario. Los árabes llamaban álcali a la sosa cáustica, un hidróxido o base resultante de la unión de un metal alcalino (sodio o potasio) o alcalino térreo (calcio), con el agua. Este combinado se caracteriza por la presencia del radical monovalente H-O-, odrixilo, tomado tantas veces como sean precisas para neutralizar las valencias del metal. Los álcalis se producen al hidratarse el óxido correspondiente. Por ejemplo, cuando convertimos la cal viva en cal apagada, pasamos de tener óxido de calcio (CaO) a hidróxido de calcio: Ca(HO)2.Los alcaloides se encuentran en muchos vegetales y no han podido ser clasificados rigurosamente. Algunos se han obtenido por síntesis en laboratorio, como la novocaína o la estoraína; los hay sólidos y líquidos y se combinan con los ácidos para formar sales. Son muy importantes en medicina, pues ejercen una fuerte acción sobre los diferentes sistemas del organismo, especialmente sobre el sistema nervioso, donde cada uno actúa de forma específica, estimulante o paralizante. En pequeñas dosis, muchos alcaloides excitan, pero calman y paralizan en dosis mayores, es decir, se convierten en venenos. He aquí algunos alcaloides: morfina, estricnina, atropina, escopolamina, cocaína, quinina, fisostigmina, pilocarpina, ergotoxina, codeína, dioxina, heroína, veratrina… Su producción y comercio está reglamentada internacionalmente para evitar su uso como estupefacientes.Imágenes: www.quimicaorganica.net

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