miércoles, 23 de octubre de 2019

Vencieron, pero no convencieron



    La violenta naturaleza del general Millán Astray, el glorioso mutilado, su histrionismo, su esperpéntica muñequización; la beatería, que no le beatitud, de Carmen Polo, calculadora, vacío su pecho para los afectos, para el amor, clasista, sin piedad para los distintos, pese los rosarios, las misas y los santigüeos; los silencios del general Franco Bahamonde —Franquito, el cuquito, siempre a lo suyito—, no de inteligencia, sino de nada que decir, de verlas venir, a lo gallego, con la crueldad suficiente, la sangre fría, de iniciar y alargar una guerra para lograr el poder; la pura, viva, contradicción, la controversia, la fama y la intimidad familiar, la defensa y la ofensa, las ideas y los hechos, la cobardía, el valor, la lucha —la agonía— y la pasividad, la consciencia y la inopia, la encorvada vejez y la juventud pujante, la coherencia y la incoherencia, la piedra y la sensibilidad, la papiroflexia y el corazón. La burguesía. El pueblo llano. Los militares. Los intelectuales. Fascismo. Democracia. Las palabras y las balas. Las banderas. Las patrias. La monarquía corrupta. La república en revolución. La feroz dictadura. 
      Historias de España.

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