La ciudad viva aquí abajo, en el asfalto de la modernidad, en el tráfico callejero, en la multitud de los turistas, en el trajín de la plaza Monastiraki, en los ecos sobre el genocidio de Netanyahu y la invasión de Putin, en los pregones de los pescaderos, en los platos de musaka y de tsatsiki, en las ferreterías, en las aceras donde esquivamos a los mendigos, en las pequeñas iglesias de barrio, en las cesterías y en los comercios de especias, en los puestos de fruta, en las lavanderías y en las oficinas de correos.
La ciudad en su día a día. En su lengua. En su encarar el pasado y lo que viene. Puerta de oriente y cuna de occidente. Atenas sabia. Atenas viva. Palpitante. Feliz en su infortunio. En pie a pesar de todo. Como el Partenón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario