sábado, 15 de enero de 2011

Crónicas kafkianas 1

Hace unos años subrayé varios hechos en una cronología de Franz Kafka: Felice Bauer muere en 1960 en Estados Unidos; Gabriele, Valerie y Ottilie, sus hermanas, desaparecen en los campos de concentración en 1942; Milena Jesenská y Grete Bloch, dos años más tarde. Dora Diamant, en Londres, en el verano del 52.

—No son personas tan lejanas. Y empecé a buscar y a leer.

Comencé por Dora Diamant, luego vinieron los parientes —el clan de los K —, sus últimas semanas en Kierling, su vida profesional, sus viajes, las casas en que vivió y escribió, pensiones, hoteles y balnearios por que pasó, las andanzas de su tío del ferrocarril...

Iba buscando precisión, detalles —qué día, en qué lugar—, anécdotas, recuerdos de quienes lo conocieron. Incluso emborroné papeles con supuestas historias kafkianas.

Iba buscando al hombre, al escritor en vida, y lo fui encontrando, si no en su verdadera imagen, sí en una más real, histórica y documentada (A estas alturas de los estudios kafkianos, ya se puede decir que el escritor sí que se interesó por la publicación de sus escritos, y que tuvo muy buenos amigos, o que se carteó con diversas mujeres a la vez y que su mejor amor y la amistad más cercanos fueron los vividos junto a Dora y Robert Klopstock).

Y que tuvo un hijo.

—¿Kafka un hijo?

No hay comentarios: