Repasando anoche la Ortografía de la RAE para unos ejercicios escolares sobre las mayúsculas, recordé usos, discrepé de alguno, anoté ejemplos y hasta caí en la cuenta del catolicismo y la devoción mariana de sus señorías académicas.
Lo primero que hace la Academia –concedámosle mayúscula a la docta institución- es definir el concepto: mayúscula es la letra de mayor tamaño y, por lo general, distinto trazo que la minúscula. Después, las tres grandes reglas: a comienzo de escrito, después de punto y en los nombres propios. La claridad y sencilla prescripción de las dos primeras normas, contrasta con la prolijidad de la tercera, que tiene más tiquis de lo esperado.
De las mayúsculas –como de cualquier cosa- no debe abusarse. Seamos virtuosos con ellas y procedamos con sentido común: cuando hagan falta, no por capricho, por exceso de respeto o por ignorancia, concediéndole su importancia y destacado trazo cuando la ocasión y el concepto lo exijan.
De todos los usos mayúsculos, anoche reparé en los parágrafos en que la RAE muestra su sesgo religioso, sus católicas devociones. Así, entre los nombres que merecen mayúscula inicial se citan los de festividades religiosas, como Pentecostés, Epifanía, Navidad o Corpus. También reciben este tratamiento los atributos divinos y los apelativos de Dios, Jesucristo y la Virgen María. Por último, en el apartado g del epígrafe dedicado a diversas circunstancias para la mayusculización de palabras, la devota academia establece que también se escribirán con inicial destacada las advocaciones y celebraciones de la Virgen: Guadalupe, el Rocío, el Pilar.
Parece claro –por sus ejemplos los conoceréis- que ninguno de los 40 hombres y 2 mujeres de la institución considera ortográficamente la existencia de otros cultos y personas divinas.
Quede, por tanto, consignada aquí mi disconformidad con el exclusivismo religioso de la RAE y mi intención de hacer llegar al casón de la calle Felipe IV de Madrid, mi propuesta para que se revisen y amplíen esos usos ortográficos, adaptándolos a la realidad religiosa de estos tiempos.
6 comentarios:
Una aclaración: con Soledad Puértolas, recién elegida, habrá ya cinco mujeres en la Academia: Ana María Matute, Margarita Salas, Carmen Iglesias, Inés Fernández y Puértolas :)
Creo que las tres últimas todavía no han tomado posesión de su asiento.
Puértolas todavía no, pues fue elegida hace poco, que es lo que yo digo; pero Iglesias sí (espero que este enlace se abra: http://www.rae.es/rae/gestores/gespub000001.nsf/voTodosporId/F3702790730E403EC1257145003D9DF9?OpenDocument&i=0). En cuanto a Fernández-Ordóñez, está electa, según la web: http://www.rae.es/rae/gestores/gespub000001.nsf/voTodosporId/5D69B8DA1AA2D17DC12571450040FF11?OpenDocument&i=0
Gracias, José Manuel, por tus precisiones. Rectifico los guarismos, pero sigue siendo desproporcinal el de hombres.
Salud.
Vaya, he sido censurado... Esto me recuerda a la novela en España después de 1936, cuando predominaba la censura, ya sea de una obra o una censura del mismo escritor.
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