Una y mil veces tropezarán los gobernantes en la piedra de la guerra para darle la razón al futurista Marinetti, que alentó el fascismo italiano: lo que necesita el mundo es una catarsis bélica de vez en cuando, una buena sangría que libere la mala sangre y haga más ricos a los fabricantes de armas. Y a los reconstructores de países, que vienen a ser los mismos.
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Romper, no la sintaxis, sino la norma, lo acostumbrado y previsible. Colocar las palabras en nuevos contextos. Que cada frase lleve dentro la sorpresa. Sólo entonces puede hablarse de creación. De literatura.
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1 comentario:
Así es. Pero alomejor alguien piensa que decir eso es hacer apología de la guerra. Lo cierto es que los avances más grandes en la sociedad se han dado después de las guerras.
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