viernes, 1 de agosto de 2008

6-6-06

Todo el día oyendo idioteces sobre el número del Maligno. El único maligno –maligna, en mi caso- que me preocupa es madame Nicotine. Y ya he puesto fecha para devolverle el rosario de su madre: diez del seis de dos mil seis. El sábado que viene.
Mientras llega el día, anoto aquí este aforismo nietzscheano que recitaré como sura purificadora: “Una vez tomada una decisión, hay que cerrar oídos a los mejores argumentos en contrario. Este es el indicio de un carácter fuerte. En ocasiones, hay que hacer triunfar la propia voluntad hasta la estupidez.” (Más allá del bien y del mal)

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