viernes, 1 de agosto de 2008

El noche a noche

Son las dos menos cuarto de la madrugada. Me acabo de despertar con el cogote sudado: ¿Approches de la dama?
He salido al patio. Corría una brisilla en la noche azulada por la luna. Se oyen unos ladridos de perros y el ruido subterráneo del frigorífico. He pensado que ahora, tranquilito y solete como estoy, podría echar mano a un cigarro. Quizá durmiera de un tirón el resto de la noche.
Cada embate resistido es una manifestación de la voluntad de poder.
¿Qué lecturas podrían servirme en estas circunstancias? ¿Con qué libros se reafirmaría esta voluntad antinicotínica? ¿Busco héroes antiguos o antihéroes de nuestro tiempo, poesía mística, ensayos, quizá una epopeya, una comedia shakesperiana, un relato experimental, un drama brechtiano, una novela existencialista?
Acaba de sonar el campanillo del convento de las Hermanas de la Caridad.

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