(Dehesa)
1
Como candelabros en la niebla, o cuernas de ciervos triscando la primera humedad del día. En la aurora de rosados velos, con los primeros oros del día, todo —árboles, hierba, casas, pájaros—, quieto en el último aleteo del sueño, antes de encarar la luz –la batalla— del día. Dehesa en brumas, en silencios de amanecer.
2
La magia del sol, de sus rayos, cuando bajan delicados, tenues entre la niebla, o cuando hace brillar en los campos las banderas de la tierra: amarillas, verdes, rojas, blancas.
3
Ningún astro ha encontrado forma más hermosa de hacerse sol que la liliante flor del cardo.
4
La cabeza caída,
adormecida.
Todas las amapolas
tienen el mismo sueño:
mil mariposas rojas.
5
Cómo no vamos a sentir los insectos amor por las flores, tan hermosas, tan seductoras, tan sirenas.
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