Opresión en el pecho y tristeza en el ánimo. Eso es lo que llevo encima después de cinco días sin tabaco y con un resfrío de manual, con todo su aparataje. Sólo ganas de cama o de sillón, enfrascado en un libro, y mirar de vez en cuando por la ventana el aspecto del cielo. Grises estos días últimos de octubre.
—Nada que no se cure con paracetamol, amoxicilina y acetilcisteína —me dijo con seguridad la doctora mientras escribía las recetas. De lo otro ya hablaremos, Juan. Ven pasados quince días con una espirometría hecha. Sabes que hay ayudas: parches, consultas especiales, grupos de terapia. Y le tienes que poner una fecha. Ponle una fecha, es importante.
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