20 de junio de 2005. Titular en el diario Córdoba: “Las tabaqueras necesitan al año 170.000 nuevos adictos.” El doctor Rodrigo Córdoba, presidente del Comité nacional para la Prevención del Tabaquismo, que maneja documentos desclasificados de las empresas tabaqueras, afirma que éstas necesitan incorporar cada año 170.000 jóvenes fumadores en sustitución de los exfumadores. El cinismo, hipocresía, descaro y sucias maniobras publicitarias de las tabaqueras salta a la vista: dedican la mayor parte de sus beneficios a la incorporación de nuevos adictos al negocio. Cuestión de números. Y de malas prácticas, permitidas por los ministerios correspondientes, conocedores de que el 90% de los fumadores regulares empezaron a serlo antes de los 18 años, y en muchos casos, antes de los 11.
Mañana escribirá aquí el nuevo hombre que empezaré a ser cuando me levante. Volverá también a ser otro mi cuerpo, atosigado hasta hoy mismo por el humo de miles de cigarrillos. Ardua batalla, peor que el Dos de Mayo, la que se iniciará con el alba del último día de junio.
Todo este tiempo de atrás ha sido preparación y pertrecho para la lucha que se inicia mañana. No será paseo triunfal por camino de rosas. Conozco al enemigo, he estudiado sus tácticas, su fuerza y su poder destructivo. Atacará por todos los flancos, día y noche, sin descanso. No habrá tregua ni prisioneros. Sin piedad. Sin perdón. Que los dioses me sean propicios.
En este día consagrado a ti, oh santo Marcial, invoco tu ayuda, insúflame el ardor guerrero de tu esencia y el buen humor con que armas al escritor latino. A ti me encomiendo.
Mañana escribirá aquí el nuevo hombre que empezaré a ser cuando me levante. Volverá también a ser otro mi cuerpo, atosigado hasta hoy mismo por el humo de miles de cigarrillos. Ardua batalla, peor que el Dos de Mayo, la que se iniciará con el alba del último día de junio.
Todo este tiempo de atrás ha sido preparación y pertrecho para la lucha que se inicia mañana. No será paseo triunfal por camino de rosas. Conozco al enemigo, he estudiado sus tácticas, su fuerza y su poder destructivo. Atacará por todos los flancos, día y noche, sin descanso. No habrá tregua ni prisioneros. Sin piedad. Sin perdón. Que los dioses me sean propicios.
En este día consagrado a ti, oh santo Marcial, invoco tu ayuda, insúflame el ardor guerrero de tu esencia y el buen humor con que armas al escritor latino. A ti me encomiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario